Home Blog Varixx, Vertigarden y ESALQ-USP se unen para reiventar la agricultura del futuro
Varixx, Vertigarden y ESALQ-USP se unen para reiventar la agricultura del futuro
El proyecto pretende desarrollar y producir innovaciones tecnológicas aplicadas a la agricultura de interior y ya ha obtenido el reconocimiento de la Nasa.
Los sistemas agroalimentarios latinoamericanos se enfrentan a numerosos retos para abastecer a una población en constante crecimiento, así como a la presión provocada por la disminución de las tierras cultivables en todo el mundo. Para la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la búsqueda de prácticas sostenibles con sistemas agrícolas y alimentarios más eficientes para América Latina es una demanda urgente, dado que los vastos bosques y las extensas sabanas de la región desempeñan un papel esencial en la configuración de los patrones meteorológicos globales y en la mitigación del cambio climático.
Por este motivo, Varixx, fabricante de electrónica de potencia y soluciones de iluminación LED, Vertigarden, empresa de soluciones ecológicas para entornos urbanos, y ESALQ, Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz de USP, han unido sus fuerzas en una asociación sin precedentes para desarrollar aplicaciones tecnológicas para la agricultura de interior. También conocida como agricultura de ambiente controlado, es una forma de cultivo de interior en la que se optimizan artificialmente todos los factores ambientales que afectan al crecimiento y la producción de las plantas (nutrientes, agua, temperatura, humedad relativa, iluminación, composición del aire).
El profesor Paulo Hercilio Viegas Rodrigues, del departamento de Producción Vegetal de la ESALQ-USP, dirige esta investigación en la universidad y comenta que la innovación permite crear jardines y huertos verticales en interiores: "Este nuevo sistema permite su instalación en cualquier entorno, incluso en el espacio. Lo mejoramos constantemente y ya hemos cultivado un modelo con diez especies de plantas ornamentales. Nuestro cultivo de especias y fresas es muy prometedor y podría revolucionar la producción de alimentos en el futuro", afirma el profesor.
El proyecto ha sido reconocido recientemente por Nasa en el "Deep Space Food Challenge" (DSFC). El concurso cuenta con el apoyo de ambas agencias espaciales para premiar nuevas tecnologías o sistemas que maximicen la producción de alimentos seguros, nutritivos y sabrosos para misiones espaciales de larga duración y que también tengan potencial para beneficiar a los habitantes de la Tierra.
"Nos dimos cuenta de que nuestro lugar de trabajo, el Laboratorio de Plantas Ornamentales para Cultivo de Tejidos (LTCOP), era casi un laboratorio espacial, ya que trabajamos en condiciones similares a las propuestas por la DSFC", explica Rodrigues. "Entonces adaptamos los jardines verticales al espacio disponible (en volumen) en la nave espacial, así como a las condiciones de cultivo propuestas. Nuestro diferencial fue utilizar el cultivo de tejidos vegetales para proporcionar el germoplasma necesario para mantener los cultivos en el espacio y en Marte, consumiendo un mínimo de agua y con un uso limitado de electricidad."
Según André Bailone, director general de Vertigarden, el modelo de producción en interiores puede llegar inmediatamente a los consumidores situados en grandes centros urbanos, por lo que está en consonancia con algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, entre ellos el ODS 11, que trata de ciudades y comunidades más resilientes y sostenibles. Y también el ODS 12, que habla de modelos de producción y consumo sostenibles, con metas relacionadas con el uso eficiente de los recursos naturales. Esto incluye reducir el desperdicio de alimentos y las pérdidas a lo largo de las cadenas de producción y suministro, y reducir el uso de productos químicos perjudiciales para el medio ambiente y la salud humana.
Francis Piedade, CEO de Varixx, concluye diciendo que ahora el interés no está sólo en la cantidad y calidad de los alimentos, sino en cómo esta producción impacta en el medio ambiente, los recursos naturales y el futuro del planeta. En este sentido, la agricultura de interior es una alternativa para hacer las ciudades más sostenibles y resilientes, en respuesta a los crecientes retos de la escasez de recursos naturales, la presión demográfica y el cambio climático.